Gefunden 219 Ergebnisse für: cuatro jinetes

  • Al cabo de cuatro años dijo Absalón al rey: «Permíteme que vaya a Hebrón a cumplir el voto que hice a Yahveh. (II Samuel 15, 7)

  • Estos cuatro descendián de Rafá de Gat y sucumbieron a manos de David y de sus veteranos. (II Samuel 21, 22)

  • Edificó la Casa «Bosque del Líbano», de cien codos de longitud, cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura, sobre cuatro filas de columnas de cedro; había capiteles de cedro sobre las columnas. (I Reyes 7, 2)

  • Hizo también las diez basas de bronce de cuatro codos de largo cada basa, cuatro codos su anchura y tres su altura. (I Reyes 7, 27)

  • Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce y ejes de bronce; sus cuatro pies tenían asas debajo de la jofaina, y los apliques estaban fundidos... (I Reyes 7, 30)

  • Las cuatro ruedas estaban bajo los paneles, y los ejes de las ruedas estaban en la basa; la altura de cada rueda era de codo y medio. (I Reyes 7, 32)

  • Había cuatro asas en los cuatro ángulos de cada basa; la basa formaba un cuerpo con su asa. (I Reyes 7, 34)

  • Hizo diez pilas de bronce de cuarenta medidas cada una; cada pila medía cuatro codos; había una pila sobre cada una de las diez basas. (I Reyes 7, 38)

  • Después dijo: «Llenad de agua cuatro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña.» Lo hicieron así. Dijo: «Repetid» y repitieron. Dijo: «Hacedlo por tercera vez.» Y por tercera vez lo hicieron. (I Reyes 18, 34)

  • Abatió cada uno a su hombre. Aram se dio a la fuga e Israel le persiguió. Ben Hadad, rey de Aram, pudo salvarse a caballo con algunos jinetes. (I Reyes 20, 20)

  • Cuatro hombres que estaban leprosos se hallaban a la entrada de la puerta y se dijeron uno a otro: «¿Por qué estarnos aquí hasta morir? (II Reyes 7, 3)

  • Pero no le quedaron a Joacaz como tropas sino cincuenta jinetes, diez carros y 10.000 infantes, pues el rey de Aram los había exterminado y reducido a polvo de la tierra. (II Reyes 13, 7)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina