Gefunden 893 Ergebnisse für: mano

  • Respondió él: «No pasarás.» Y salió Edom a su encuentro con mucha gente y mano poderosa. (Números 20, 20)

  • Entonces Israel formuló este voto a Yahveh: «Si entregas a ese pueblo en mi mano, consagraré al anatema sus ciudades.» (Números 21, 2)

  • Yahveh dijo a Moisés: «No le temas, porque lo he puesto en tu mano con todo su pueblo y su tierra. Harás con él como hiciste con Sijón, el rey amorreo que habitaba en Jesbón.» (Números 21, 34)

  • La burra vio al Angel de Yahveh plantado en el camino, la espada desenvainada en la mano. La burra se apartó del camino y se fue a campo traviesa. Balaam pegó a la burra para hacerla volver al camino. (Números 22, 23)

  • Respondió Balaam a la burra: «Porque te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en la mano; ahora mismo te mataba.» (Números 22, 29)

  • Entonces abrió Yahveh los ojos de Balaam, que vio al Angel de Yahveh, de pie en el camino, la espada desenvainada en la mano; y se inclinó y postró rostro en tierra. (Números 22, 31)

  • Al verlos Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó de entre la comunidad, lanza en mano, (Números 25, 7)

  • Respondió Yahveh a Moisés: «Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el espíritu, impónle tu mano, (Números 27, 18)

  • Le impuso su mano y le dio sus órdenes, como había dicho Yahveh por Moisés. (Números 27, 23)

  • Moisés envió al combate mil por cada tribu, y con ellos a Pinjás, hijo del sacerdote Eleazar, que llevaba en su mano los objetos sagrados y las trompetas del clamoreo. (Números 31, 6)

  • Partieron de Ramsés el mes primero. El día quince del mes primero, al día siguiente de la Pascua, salieron los israelitas, la mano en alto, en presencia de todos los egipcios. (Números 33, 3)

  • y salvará la comunidad al homicida de la mano del vengador de la sangre. Le hará volver la comunidad a la ciudad de asilo en la que se refugió y en ella vivirá hasta que muera el Sumo Sacerdote ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina