Gefunden 517 Ergebnisse für: Carro de Fuego
Cuando llegó a Lejí, los filisteos corrieron a su encuentro. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de él; las sogas con que estaba atado fueron como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras de sus brazos se deshicieron. (Jueces 15, 14)
Y ellos, con el ídolo que se había hecho Micá y el sacerdote que tenía a su servicio, marcharon contra Lais, un pueblo tranquilo y confiado, lo pasaron a espada y prendieron fuego a la ciudad. (Jueces 18, 27)
Los israelitas atacaron a los de Benjamín y los pasaron a espada, a los hombres, a los animales y a todo lo que encontraron. A todas las ciudades que encontraron les prendieron fuego. (Jueces 20, 48)
Haced un carro nuevo, tomad dos vacas que estén criando y que no hayan llevado el yugo; uncid las vacas al carro y dejad sus crías en el establo. (I Samuel 6, 7)
Tomad el arca del Señor y ponedla sobre el carro. Poned en un cofre junto a ella los objetos de oro que le dais en ofrenda de reconciliación, y dejadla andar. (I Samuel 6, 8)
Así lo hicieron; tomaron dos vacas que estaban criando y las uncieron al carro, dejando sus crías en el establo. (I Samuel 6, 10)
Pusieron en el carro el arca del Señor y el cofre con las ratas de oro y las reproducciones de sus tumores. (I Samuel 6, 11)
Cuando el arca llegó al campo de Josué, el de Bet Semes, se detuvo. Allí había una piedra grande. El carro lo hicieron astillas y ofrecieron las vacas en holocausto al Señor. (I Samuel 6, 14)
Les dijo: "Éstos son los derechos del rey que va a reinar sobre vosotros: tomará a vuestros hijos, se servirá de ellos para sus carros y sus caballos y los hará correr ante su carro. (I Samuel 8, 11)
Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Sicelag, los amalecitas habían hecho una incursión contra el Negueb y contra Sicelag. Habían devastado Sicelag y le habían prendido fuego. (I Samuel 30, 1)
Hemos hecho una incursión en el sur de los quereteos, de Judá y de Caleb. A Sicelag le prendimos fuego". (I Samuel 30, 14)
Colocaron el arca de Dios sobre un carro nuevo y la sacaron de la casa de Abinadab, que está en la colina. Uzá y Ajió, hijos de Abinadab, conducían el carro. (II Samuel 6, 3)