Gefunden 897 Ergebnisse für: Jerusalén

  • Al entrar él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió; decían: "¿Quién es éste?". (Mateo 21, 10)

  • "¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a sus polluelos debajo de las alas y no has querido! (Mateo 23, 37)

  • Y acudían a él de la región de Judea y todos los de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el río Jordán. (Marcos 1, 5)

  • Otros muchos de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de Transjordania y de los alrededores de Tiro y Sidón, al oír las cosas que hacía, acudieron a él. (Marcos 3, 8)

  • Los maestros de la ley, que habían venido de Jerusalén, decían: "¡Tiene a Belcebú!"; y también: "¡Echa a los demonios con el poder del príncipe de los demonios!". (Marcos 3, 22)

  • Los fariseos y algunos maestros de la ley de Jerusalén se acercaron a Jesús, (Marcos 7, 1)

  • Iban camino de Jerusalén, y Jesús marchaba delante. Los discípulos lo seguían asombrados y las gentes con miedo. Llevó aparte a los doce y comenzó a decirles lo que iba a suceder. (Marcos 10, 32)

  • "Mirad, vamos a Jerusalén, y el hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los maestros de la ley; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos, (Marcos 10, 33)

  • Al acercarse a Jerusalén, cerca de Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: (Marcos 11, 1)

  • Y entró en Jerusalén en el templo y, después de haberlo visto todo, ya tarde, salió con los doce para Betania. (Marcos 11, 11)

  • Llegaron a Jerusalén y, entrando en el templo, echó a los que estaban allí vendiendo y comprando; volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas, (Marcos 11, 15)

  • Llegaron de nuevo a Jerusalén y, cuando andaba Jesús por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos del pueblo (Marcos 11, 27)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina