Gefunden 226 Ergebnisse für: cuatro

  • David quitó de la cabeza de Milcón la corona de oro, que pesaba treinta y cuatro kilos; y la piedra preciosa que había en ella fue puesta en la corona de David. El botín que tomó en la ciudad fue inmenso. (I Crónicas 20, 2)

  • Ornán se volvió y vio al ángel, y se iba a esconder con sus cuatro hijos; Ornán estaba trillando el trigo. (I Crónicas 21, 20)

  • Yo mismo con mi trabajo he podido reunir para el templo del Señor tres mil cuatrocientas toneladas de oro, treinta y cuatro mil toneladas de plata y una cantidad incalculable de bronce y de hierro. He preparado también madera y piedra, a la cual tú añadirás más. (I Crónicas 22, 14)

  • cuatro mil porteros y los otros cuatro mil alababan al Señor con los instrumentos que para este fin había hecho David. (I Crónicas 23, 5)

  • Hijos de Simeí: Yájat, Zizá, Yeús y Beriá, éstos fueron los cuatro hijos de Simeí. (I Crónicas 23, 10)

  • Quehatitas: Amrán, Yishar, Hebrón y Uziel, cuatro en total. (I Crónicas 23, 12)

  • seis por día en la oriental, cuatro por día en la del norte, cuatro por día en la meridional, dos y dos en los almacenes; (I Crónicas 26, 17)

  • para el Parbar, al occidente: cuatro en la calzada y dos para el Parbar. (I Crónicas 26, 18)

  • Luego ofreció al rey ciento cuatro mil kilos de oro y gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca más se vio tanta cantidad de aromas como la que la reina de Sabá ofreció al rey Salomón. (II Crónicas 9, 9)

  • Luchó contra el rey de los amonitas y lo venció. Los amonitas le entregaron aquel años tres mil cuatrocientos kilos de plata, cuatro mil quinientas toneladas de trigo y otras tantas de cebada. La misma entrega se repitió un segundo y tercer año. (II Crónicas 27, 5)

  • de Elán, mil doscientos cincuenta y cuatro; (Esdras 2, 7)

  • de Adín, cuatrocientos cincuenta y cuatro; (Esdras 2, 15)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina