Gefunden 45 Ergebnisse für: peces

  • las aves del cielo y los peces del mar, cuanto surca las sendas de las aguas. (Salmos 8, 9)

  • cambió en sangre sus aguas, y dio muerte a sus peces; (Salmos 105, 29)

  • El hombre no conoce su hora: como los peces que son apresados en la red fatal y como los pájaros que se enredan en el lazo, así los hombres se dejan enredar por el infortunio cuando de improviso cae sobre ellos. (Eclesiastés 9, 12)

  • Pues se acordaban todavía de lo ocurrido en su salida; cómo, en vez de producir ganados, la tierra produjo mosquitos y, en vez de peces, el río arrojó multitud de ranas. (Sabiduría 19, 10)

  • ¿Por qué, cuando vine, no encontré a nadie, y cuando llamé, nadie respondió? ¿Sería acaso mi brazo demasiado corto para libertar o me faltaría fuerza para salvar? Con una amenaza seco yo el mar, convierto los ríos en desierto; y sus peces, por falta de agua, se amustian y mueren de sed. (Isaías 50, 2)

  • Yo te pondré garfios en las quijadas, pegaré a tus escamas los peces de tus Nilos, de en medio de tus Nilos te sacaré con todos los peces de tus ríos pegados a tus escamas. (Ezequiel 29, 4)

  • Te arrojaré al desierto a ti y a todos los peces de tus Nilos. Caerás en campo abierto, no serás recogido ni enterrado; a las bestias de la tierra y a las aves del cielo te entregaré como pasto, (Ezequiel 29, 5)

  • Temblarán ante mí los peces del mar, los pájaros del cielo, los animales del campo, todos los reptiles que serpean sobre el suelo y todos los hombres de la superficie de la tierra. (Ezequiel 38, 20)

  • Por dondequiera que pase este río, todo ser viviente que en él se mueva vivirá; los peces serán muy abundantes, porque donde llegan estas aguas todo queda saneado; la vida prosperará donde llegue este río. (Ezequiel 47, 9)

  • A sus orillas vendrán numerosos pescadores; desde Engadí hasta Enegláyim será un tendedero de redes. Los peces serán muy abundantes, en sus diversas especies, como los peces del mar Mediterráneo. (Ezequiel 47, 10)

  • Por eso el país está de luto y todos sus habitantes desfallecen; hasta las bestias de los campos, las aves del cielo y los peces del mar desaparecen. (Oseas 4, 3)

  • Tú tratas a los hombres como a los peces del mar, como a los reptiles que no tienen amo. (Habacuc 1, 14)


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