1. Después dimos vuelta y nos pusimos en camino hacia el desierto, en dirección al Mar Rojo, como me lo había dicho el Señor. Durante muchos días estuvimos dando vueltas alrededor del macizo de Seír,





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina