14. Entonces el sacerdote Iehoiadá impartió órdenes a los centuriones encargados de la tropa, diciéndoles: "¡Háganla salir de entre las filas! Si alguien la sigue, que sea pasado al filo de la espada". Porque el sacerdote había dicho: "No la maten en la Casa del Señor".





O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina