14. El rey Sedecías mandó que le trajeran a Jeremías, el profeta, a la tercera entrada de la Casa del Señor. El rey dijo a Jeremías: "Tengo que preguntarte una cosa; no me ocultes nada".





“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina