45. A la sombra de Jesbón se detienen los fugitivos exhaustos, pero sale un fuego de Jesbón y una llama de la ciudad de Sijón; ella devora las sienes de Moab y el cráneo de los turbulentos.





“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina