Daniel, 4
10. Yo contemplaba en mi cama las visiones de mi mente. De pronto bajó del celo un vigilante, un santo,
10. Yo contemplaba en mi cama las visiones de mi mente. De pronto bajó del celo un vigilante, un santo,
“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina