6. Los sacerdotes ocupaban sus puestos, y los levitas tocaban los instrumentos musicales que había hecho el rey David para celebrar al Señor, "porque es eterno su amor". Mientras el mismo David alababa a Dios por medio de ellos, los sacerdotes tocaban las trompetas en el lado opuesto y todo el pueblo permanecía de pie.





“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina