6. Cuando los hombres del Macabeo supieron que se ponía sitio a sus ciudades fuertes, suplicaron al Señor junto con todo el pueblo, en medio de gemidos y lágrimas, que enviara un ángel bueno para salvar a Israel.





“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina