Sirácides (Eclesiástico), 23
10. Porque así como el sirviente al que se lo vigila de cerca no se escapa de la paliza, así también el que jura e invoca continuamente su nombre no se hallará sin pecado.
10. Porque así como el sirviente al que se lo vigila de cerca no se escapa de la paliza, así también el que jura e invoca continuamente su nombre no se hallará sin pecado.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina