Sirácides (Eclesiástico), 34
7. Porque los sueños engañaron a mucha gente; los que confiaron en ellos fracasaron.
7. Porque los sueños engañaron a mucha gente; los que confiaron en ellos fracasaron.
“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina