Found 150 Results for: Ancianos

  • Superé a los ancianos en saber pues guardo tus ordenanzas. (Salmos 119, 100)

  • jóvenes y muchachas, ancianos con los niños. (Salmos 148, 12)

  • «gimieron los jefes y los ancianos, se desanimaron los jóvenes y las muchachas, y las mujeres se pusieron pálidas; (1 Macabeos 1, 26)

  • Apenas regresó Jonatán, reunió a los ancianos del pueblo, con quienes decidió edificar fortalezas en Judea, (1 Macabeos 12, 35)

  • «El rey Demetrio saluda a Simón, Sumo Sacerdote, y Amigo del Rey, a los ancianos y a la nación de los judíos. (1 Macabeos 13, 36)

  • Los ancianos se sentaban en las plazas y todos hablaban de prosperidad; y los jóvenes vestían vistosos trajes de guerra. (1 Macabeos 14, 9)

  • «Los jefes y el pueblo de Esparta, a Simón, Sumo Sacerdote, a los ancianos, a los sacerdotes y a todo el pueblo de los judíos, sus hermanos, ¡salud! (1 Macabeos 14, 20)

  • en la gran asamblea de los sacerdotes de Israel, de los jefes de la nación y de los ancianos del pueblo, se comunicó lo siguiente: (1 Macabeos 14, 28)

  • Los habitantes de Jerusalén y Judea, sus Ancianos y Judas saludan y desean prosperidad a Aristóbulo, profesor del rey Tolomeo, de la raza de los sacerdotes ungidos, y a los judíos que están en Egipto. (2 Macabeos 1, 10)

  • Cuando el rey llegó a Tiro, tres hombres enviados por el consejo de Ancianos de Jerusalén, le dieron cuenta de aquellas crueldades. (2 Macabeos 4, 44)

  • Después, en un encuentro con el ejército de Timoteo y Báquides mataron a más de veinte mil hombres y se adueñaron de ciudades fortificadas. Repartieron los abundantes despojos por partes iguales entre ellos mismos, los que habían sido torturados, los huérfanos, las viudas y los ancianos. (2 Macabeos 8, 30)

  • La carta del rey al pueblo judío era ésta: «El rey Antíoco al Consejo de los Ancianos y a todo el pueblo judío, salud. (2 Macabeos 11, 27)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina