Found 107 Results for: Dije

  • Yo les dije: ¿Qué están haciendo? Y les pusieron a esos lugares el nombrer de "Bama" (¿Qué?) hasta el día de hoy. (Ezequiel 20, 29)

  • Entonces dije de esa ciudad carcomida por el vicio: "¡Qué prostituta! (Ezequiel 23, 43)

  • Yo Yavé lo dije, y lo haré; no retrocederé, no tendré piedad ni misericordia, se te juzgará según tu conducta y según tus obras, palabra de Yavé. (Ezequiel 24, 14)

  • Pondré en ustedes mi Espíritu y vivirán; los estableceré en su tierra y sabrán que yo, Yavé, lo dije y lo hice. -palabra de Yavé. (Ezequiel 37, 14)

  • pero un personaje de aspecto humano me tocó los labios. Entonces abrí la boca para hablar y dije al que estaba delante de mí: «Señor mío, ante esta visión me invade la angustia y ya no tengo fuerzas. (Daniel 10, 16)

  • Me dijo: «Hombre elegido de Dios, no temas, la paz sea contigo, cobra fuerza y ánimo.» Mientras me hablaba, me sentí reanimado y dije: «Hable, mi Señor, ahora que me he confortado. (Daniel 10, 19)

  • Yo oí, pero no comprendí. Luego dije: «Señor mío, ¿cuál será el final de estas cosas?» (Daniel 12, 8)

  • Y le dije: «Te quedarás aquí conmigo mucho tiempo, sin ofrecerte a nadie y sin traicionarme con ningún hombre, y yo tampoco tendré relaciones contigo.» (Oseas 3, 3)

  • Al ver cómo pelaban los campos, intervine y dije: «Por favor, Señor Yavé, perdona. Pues, ¿qué será de Jacob, que es tan pequeño?» (Amós 7, 2)

  • Y dije: He sido arrojado de tu presencia, nunca más veré tu santo templo. (Jonás 2, 5)

  • Yo dije: «¿Qué vienen a hacer aquellos hombres?», y él me explicó: «Esos cuernos son las naciones que han dispersado a Judá, sin que nadie pudiera resistirles. Pero éstos han venido para aterrorizarlos, para acabar con el poderío de las naciones que han lanzado sus fuerzas contra el país de Judá para dispersar a su gente. (Zacarías 2, 4)

  • Me preguntó qué veía yo, y le dije: «Veo un candelabro de oro macizo con su estanque de aceite arriba, y siete lámparas. (Zacarías 4, 2)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina