Found 128 Results for: Ezequías

  • los hijos de Ater, por parte de Ezequías: 98; (Nehemías 7, 21)

  • Ater, Ezequías, Azur, (Nehemías 10, 18)

  • Él hizo su invocación con estas palabras: "Tú, gran Señor, enviaste a tú ángel a Ezequías, rey de Judá, y él exterminó a ciento ochenta y cinco mil hombres del ejército de Senaquerib. (II Macabeos 15, 22)

  • Estos también son proverbios de Salomón, coleccionados por los hombres de Ezequías, rey de Judá. (Proverbios 25, 1)

  • Ezequías fortificó su ciudad e hizo llegar el agua dentro de sus muros, con el hierro horadó la roca y construyó cisternas para las aguas. (Eclesiástico 48, 17)

  • Porque Ezequías hizo lo que agrada al Señor y se mantuvo firme en el camino de David, su padre, como se lo ordenó el profeta Isaías, el grande y digno de fe en sus visiones. (Eclesiástico 48, 22)

  • A excepción de David, Ezequías y Josías, todos no hicieron más que prevaricar; por haber abandonado la Ley del Altísimo, los reyes de Judá fueron abandonados. (Eclesiástico 49, 4)

  • Visión que tuvo Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén, en tiempos de Ozías, de Jotám, de Ajaz y de Ezequías, reyes de Judá. (Isaías 1, 1)

  • El decimocuarto año del rey Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y se apoderó de ellas. (Isaías 36, 1)

  • Desde Laquis, el rey de Asiria envió a Jerusalén, donde estaba Ezequías, al copero mayor acompañado de una fuerte escolta. Este se apostó junto al canal de la piscina superior, sobre la senda del campo del Tintorero. (Isaías 36, 2)

  • El copero mayor les dijo: "Digan a Ezequías: Así habla el gran rey, el rey de Asiria: ¿Qué motivo tienes para estar tan confiado? (Isaías 36, 4)

  • Seguramente, tú me dirás: Nosotros confiamos en el Señor, nuestro Dios. Pero ¿no fue acaso Ezequías el que suprimió todos los lugares altos y los altares dedicados a él, diciendo a la gente de Judá y de Jerusalén: ‘Sólo delante de este altar, ustedes deberán postrarse’?. (Isaías 36, 7)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina