Found 264 Results for: aguas del Nilo

  • Ella estaba plantada en un campo fértil, junto a abundantes aguas, para dar sarmientos y producir frutos, para convertirse en una espléndida vid. (Ezequiel 17, 8)

  • Tu madre se parecía a una vid, plantada al borde de las aguas: desbordada de frutos y de hojas, porque el agua era abundante. (Ezequiel 19, 10)

  • Porque así habla el Señor: Cuando yo haga de ti una ciudad en ruinas, como las ciudades donde nadie habita; cuando haga subir contra ti el océano y te cubran las aguas caudalosas, (Ezequiel 26, 19)

  • Tus remeros te llevaron por las aguas profundas. Pero el viento del este te destrozó en el corazón de los mares. (Ezequiel 27, 26)

  • Pero ahora estás destrozada por el mar en lo profundo de las aguas. Tus mercancías y toda tu tripulación se han hundido contigo. (Ezequiel 27, 34)

  • Habla y di: Así habla el Señor: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, enorme dragón recostado en el cauce de sus Nilos, que dices: "El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice". (Ezequiel 29, 3)

  • La tierra de Egipto será una desolación y una ruina, y ellos sabrán que yo soy el Señor. Por haber dicho: "El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice", (Ezequiel 29, 9)

  • Convertiré en tierra seca los canales del Nilo y venderé el país a gente malvada. Devastaré el país y todo lo que hay en él por manos de extranjeros. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 30, 12)

  • Las aguas lo hicieron crecer y el océano subterráneo lo elevó, haciendo correr sus ríos en torno del lugar donde estaba plantado, y enviando sus canales a todos los árboles del campo. (Ezequiel 31, 4)

  • Por eso superó en altura a todos los árboles del campo; su ramaje se hizo frondoso y se alargaron sus ramas, regadas por las aguas caudalosas, cuando él echaba sus brotes. (Ezequiel 31, 5)

  • Era hermoso por su grandeza, por la envergadura de su copa, porque sus raíces se hundían en las aguas caudalosas. (Ezequiel 31, 7)

  • para que ningún árbol plantado junto a las aguas se eleve tan alto ni levante su copa entre las nubes, y para que ningún árbol bien regado intente erguirse hasta ellas con toda su altura. ¡Porque todos están destinados a la muerte, a las regiones profundas, en medio de los seres humanos que bajan a la Fosa! (Ezequiel 31, 14)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina