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  • Desde la fachada del pórtico donde estaba la entrada, hasta el fondo del vestíbulo interior del pórtico, había cincuenta codos. (Ezequiel 40, 15)

  • Había una sala cuya entrada estaba en el vestíbulo del pórtico. Allí se lavaba el holocausto. (Ezequiel 40, 38)

  • Por el lado exterior de quien sube hacia la entrada del pórtico, al norte, había dos mesas, y al otro lado, hacia el vestíbulo del pórtico, dos mesas. (Ezequiel 40, 40)

  • Anchura de la entrada: diez codos. Las paredes laterales de la entrada: cinco codos de ancho por un lado y cinco por el otro. Midió su longitud: cuarenta codos; y su anchura: veinte codos. (Ezequiel 41, 2)

  • Penetró en el interior y midió la pilastra de la entrada: dos codos; después la entrada: seis codos; y las paredes laterales de la entrada: siete codos. (Ezequiel 41, 3)

  • Desde la entrada hasta el interior de la Casa, y por fuera, así como en todo el ámbito del muro, por fuera y por dentró, (Ezequiel 41, 17)

  • Desde el suelo hasta encima de la entrada estaban representados los querubines y las palmeras en el muro. (Ezequiel 41, 20)

  • Por debajo de las salas había una entrada del lado de oriente, que daba acceso desde el atrio exterior. (Ezequiel 42, 9)

  • Por debajo de las salas orientadas al mediodía había una entrada al comienzo de cada corredor, frente al muro situado hacia oriente, según se entra. (Ezequiel 42, 12)

  • El pueblo de la tierra se postrará ante Yahveh a la entrada de este pórtico, los sábados y los días de novilunio. (Ezequiel 46, 3)

  • Luego me llevó, por la entrada que estaba al lado del pórtico, a las salas del Santo reservadas a los sacerdotes, las que miraban al norte. Allí, en la extremidad occidental, había un espacio. (Ezequiel 46, 19)

  • Me llevó a la entrada de la Casa, y he aquí que debajo del umnbral de la Casa salía agua, en dirección a oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia oriente. El agua bajaba de debajo del lado derecho de la Casa, al sur del altar. (Ezequiel 47, 1)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina