Found 656 Results for: fruto del Espíritu

  • Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.» Y así fue. (Génesis 1, 11)

  • La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla, por sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro, por sus especies; y vio Dios que estaban bien. (Génesis 1, 12)

  • Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento. (Génesis 1, 29)

  • Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. (Génesis 3, 2)

  • Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» (Génesis 3, 3)

  • Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió. (Génesis 3, 6)

  • Aunque labres el suelo, no te dará más su fruto. Vagabundo y errante serás en la tierra.» (Génesis 4, 12)

  • Entonces dijo Yahveh: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne; que sus días sean 120 años.» (Génesis 6, 3)

  • Jacob se enfadó con Raquel y dijo: ¿Estoy yo acaso en el lugar de Dios, que te ha negado el fruto del vientre?» (Génesis 30, 2)

  • Aquella mañana estaba inquieto su espíritu y envió a llamar a todos los magos y a todos los sabios de Egipto. Faraón les contó su sueño, pero no hubo quien se lo interpretara a Faraón. (Génesis 41, 8)

  • y dijo Faraón a sus servidores: «¿Acaso se encontrará otro como éste que tenga el espíritu de Dios?» (Génesis 41, 38)

  • Entonces le repitieron todas las palabras que José les había dicho, vio las carretas que José había enviado para trasportarle, y revivió el espíritu de su padre Jacob. (Génesis 45, 27)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina