Found 100 Results for: Levántate

  • Levántate, sal y habla al corazón de tus soldados; porque te juro por el Señor que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni un solo hombre, y esto sería para ti el mayor de todos los males que hayan venido sobre ti desde tu juventud hasta hoy". (II Samuel 19, 8)

  • En cuanto a ti, levántate y vete a tu casa; al pisar tus pies la ciudad, el niño morirá. (I Reyes 14, 12)

  • "Levántate y ve a Sarepta, de Sidón, a establecerte allí. He dado orden allí a una mujer viuda de que te alimente". (I Reyes 17, 9)

  • Luego se acostó y se quedó dormido debajo de la retama. Un ángel le tocó y le dijo: "Levántate y come". (I Reyes 19, 5)

  • El ángel del Señor volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: "Levántate y come, pues te resta un camino demasiado largo para ti". (I Reyes 19, 7)

  • Jezabel le dijo: "¿Eres tú realmente el rey de Israel?... Levántate, come y estáte tranquilo. Yo te daré la viña de Nabot, el yezraelita". (I Reyes 21, 7)

  • Apenas supo Jezabel que Nabot había sido matado a pedradas, dijo a Ajab: "Levántate, toma posesión de la viña de Nabot, el yezraelita, que no quiso vendértela, pues Nabot ya no vive, sino que ha muerto". (I Reyes 21, 15)

  • Eliseo dijo a la mujer cuyo hijo había resucitado: "Levántate y vete con tu familia a fijar tu residencia dondequiera que sea, porque el Señor ha llamado al hambre, que penetrará en el país durante siete años". (II Reyes 8, 1)

  • Ahora, pues, levántate, Señor Dios, ven al lugar de tu morada, ven con el arca de tu poder. Que tus sacerdotes, Señor Dios, se revistan de salvación, que tus fieles gocen de felicidad. (II Crónicas 6, 41)

  • Levántate, pues este asunto te incumbe a ti; nosotros estamos contigo. ¡Ánimo, y manos a la obra!". (Esdras 10, 4)

  • Habían salido todos, y la puerta del dormitorio estaba ya cerrada. Tobías se levantó y le dijo a Sara: "Levántate, mujer; recemos y supliquemos a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja". (Tobías 8, 4)

  • Levántate, Señor; sálvame, Dios mío. Tú das de bofetadas a todos mis enemigos y rompes los dientes a los malhechores. (Salmos 3, 8)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina