Found 100 Results for: Levántate

  • "Toma el cinturón que has comprado y que llevas a la cintura, levántate, vete al Éufrates y escóndelo allí en la grieta de una roca". (Jeremías 13, 4)

  • Bastantes días después, el Señor me dijo de nuevo: "Levántate y vete al Éufrates a buscar el cinturón que yo te mandé esconder en aquel lugar". (Jeremías 13, 6)

  • "Levántate y baja a casa del alfarero. Allí te comunicaré mis palabras". (Jeremías 18, 2)

  • Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, vuelve tus ojos hacia oriente y mira a tus hijos reunidos del oriente al occidente por la palabra del santo, alegres del recuerdo de Dios. (Baruc 5, 5)

  • La voz me dijo: "Hijo de hombre, levántate, que voy a hablarte". (Ezequiel 2, 1)

  • Allí mismo el Señor puso su mano sobre mí y me dijo: "Levántate, sal a la vega y allí hablaré contigo". (Ezequiel 3, 22)

  • "Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anúnciales que su maldad ha llegado hasta mí". (Jonás 1, 2)

  • El capitán se acercó a él y le dijo: "¿Qué haces aquí durmiendo? Levántate e invoca a tu Dios; a lo mejor ese Dios se preocupa de nosotros y no pereceremos". (Jonás 1, 6)

  • "Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, a predicar lo que yo te diga". (Jonás 3, 2)

  • Levántate y trilla, hija de Sión. Yo haré tus cuernos de hierro y de bronce tus pezuñas; triturarás a numerosos pueblos, consagrarás su botín al Señor, y sus riquezas al dueño de toda la tierra. (Miqueas 4, 13)

  • Escuchad ahora lo que dice el Señor: "¡Levántate, pleitea ante las montañas y oigan las colinas tu voz!". (Miqueas 6, 1)

  • ¡Ay de quien dice al leño: "Despierta"!; a la piedra muda: "¡Levántate!". ¡Éste es el oráculo! Sí, cubierta está de oro y plata, pero no tiene soplo alguno de vida. (Habacuc 2, 19)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina