Hebreos, 13
12. Por eso Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de las puertas de la ciudad.
12. Por eso Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de las puertas de la ciudad.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina