33. fue cumplida por él en favor de sus hijos, que somos nosotros, resucitando a Jesús, como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy.





“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina