1. La parte que tocó en suerte a los hijos de José se extendía desde el Jordán, a la altura de Jericó, hasta las aguas de Jericó, por el este; luego venía el desierto, que desde Jericó sube por la montaña hasta Betel;





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina