13. Hicieron cincuenta corchetes de oro, y con ellos unieron las cortinas entre sí, de modo que el tabernáculo formaba un solo cuerpo.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina