4. Después la gloria del Señor se elevó de encima del querubín hacia el umbral del templo, el cual se llenó de la nube, y el atrio quedó inundado del esplendor de la gloria del Señor.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina