11. Cuando llegaba el momento de llevar el arca a la intendencia del rey, que estaba en manos de los levitas, si veían que contenía mucho dinero, el secretario real y el comisario del sumo sacerdote la vaciaban y la ponían de nuevo en su sitio. Así hicieron día tras día, llegando a reunir gran cantidad de dinero.





“Seria mais fácil a Terra existir sem o sol do que sem a santa Missa!” São Padre Pio de Pietrelcina