II Macabeos, 15
34. Entonces todos levantaron sus ojos al cielo y alabaron al Señor de la gloria: "Bendito aquel que ha conservado sin mancha su templo santo".
34. Entonces todos levantaron sus ojos al cielo y alabaron al Señor de la gloria: "Bendito aquel que ha conservado sin mancha su templo santo".
“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina