4. Pues aquéllos merecieron ser privados de la luz y ser encerrados en tinieblas por haber tenido prisioneros a tus hijos, por quienes debía darse al mundo la luz incorruptible de la ley. e) La muerte.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina