6. Así, pues, ordena que se corten para mí cedros del Líbano. Mis servidores ayudarán a los tuyos y te pagaré como salario de tus servidores lo que tú me digas, pues tú sabes que no hay nadie en mi pueblo que sepa talar árboles como ustedes los sidonios.»





“Que Nossa Senhora nos obtenha o amor à cruz, aos sofrimentos e às dores.” São Padre Pio de Pietrelcina