33. Si los israelitas son derrotados por sus enemigos por haber pecado contra ti, pero luego vuelven a ti y confiesan su pecado, rogando y suplicando en esta Casa,





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina