6. Respondió el joven: «Yo me encontraba, por casualidad, en el cerro Gelboé, y vi a Saúl apoyado en su lanza y cercado por carros y hombres a caballo.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina