17. Ahora, pues, Yavé dice: En esto conocerás que yo soy Yavé: voy a golpear el Nilo con mi bastón y las aguas se convertirán en sangre.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina