1. Pobre de mí, pues me parezco a los que recogen espigas después de la siega o a los que rebuscan racimos después de la vendimia, pero no hay ni un racimito para probarlo ni una de esas primeras brevas que me gustan.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina