Sirácides (Eclesiástico), 10
24. El grande, el juez y el poderoso son dignos de honor, pero ninguno de ellos es tan grande como el que teme al Señor.
24. El grande, el juez y el poderoso son dignos de honor, pero ninguno de ellos es tan grande como el que teme al Señor.
“Reflita no que escreve, pois o Senhor vai lhe pedir contas disso.” São Padre Pio de Pietrelcina