Sirácides (Eclesiástico), 19
8. No cuentes nada a nadie, ni amigo ni enemigo; no lo digas a menos que tu silencio se haga culpable.
8. No cuentes nada a nadie, ni amigo ni enemigo; no lo digas a menos que tu silencio se haga culpable.
“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina