Fundar 81 Resultados para: Absalón

  • Después Jusay dijo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: «Esto ha aconsejado Ajitofel a Absalón y a los dirigentes de Israel, y esto he aconsejado yo. (2 Samuel 17, 15)

  • Pero los vio un joven, que fue con el cuento a Absalón. Los dos, sin embargo, caminando muy rápido, alcanzaron a llegar a casa de un hombre de Bajurim que tenía un pozo en el patio, y allí se metieron. (2 Samuel 17, 18)

  • Los servidores de Absalón entraron en la casa de la mujer y preguntaron: «¿Dónde están Ajimás y Jonatán?» Ella respondió: «Ya han pasado el estanque.» Se pusieron a buscarlos, pero como no los encontraron, se volvieron a Jerusalén. (2 Samuel 17, 20)

  • Una vez que se marcharon los servidores de Absalón, los otros salieron del pozo y fueron a informar al rey David: «Levántate y pasa rápidamente el Jordán, porque éste es el consejo que ha dado Ajitofel contra ustedes.» (2 Samuel 17, 21)

  • David había llegado a Majanaím cuando Absalón atravesaba el Jordán con todos los israelitas. (2 Samuel 17, 24)

  • Absalón había puesto a la cabeza del ejército a Amasá, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un hombre llamado Jitrá, ismaelita, que se había unido con Abigaíl, hija de Jesé, hermana de Sarvia, madre de Joab. (2 Samuel 17, 25)

  • Absalón y los hombres de Israel pasaron al país de Galaad e instalaron allí su campamento. (2 Samuel 17, 26)

  • El rey ordenó a Joab, a Abisaí y a Itaí lo siguiente: «Por el amor que me tienen, traten bien a Absalón.» Y todo el ejército supo que el rey había dado esta orden a los jefes. (2 Samuel 18, 5)

  • Absalón iba montado en su mula, cuando se encontró con los hombres de David. Al tratar de pasar el animal por debajo de una encina, se le enredó el cabello a Absalón en las ramas, quedando colgado entre cielo y tierra mientras la mula seguía su camino. (2 Samuel 18, 9)

  • El hombre respondió: «No mataría al hijo del rey ni aunque me hubieras puesto en las manos mil monedas de plata, pues estábamos presentes cuando el rey les ordenó a ustedes que por amor a él no mataran a Absalón. (2 Samuel 18, 12)

  • Joab le respondió: «No tengo tiempo que perder contigo.»Y yendo al árbol de donde colgaba Absalón, le clavó personalmente tres dardos en el corazón, cuando aún estaba vivo. (2 Samuel 18, 14)

  • En seguida tiraron el cuerpo de Absalón a una gran fosa en el bosque, y amontonaron piedras encima. Entre tanto, todos los israelitas se habían dispersado, yendo cada uno a su lugar. (2 Samuel 18, 17)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina