Fundar 59 Resultados para: Balaam

  • Estalló la cólera de Dios contra Balaam cuando todavía estaba en camino. El ángel de Yavé se paró en medio del caminmo para cerrarle el paso, mientras venía en su burra acompañado de dos sirvientes. (Números 22, 22)

  • La burra vio al ángel de Yavé que le impedía el paso, con su espada desenvainada en la mano derecha. La burra dio un rodeo por el campo y Balaam le pegó a la burra para hacerla volver al camino. (Números 22, 23)

  • La burra vio al ángel de Yavé; pasó a rozar el muro, aplastando el pie de Balaam contra la cerca, y Balaam le pegó de nuevo. (Números 22, 25)

  • Cuando la burra vio al ángel de Yavé, se echó con Balaam a cuestas. Balaam furioso, le pegó con su palo. (Números 22, 27)

  • Esta vez Yavé abrió el hocico de la burra, la que le dijo a Balaam: "¿Qué te he hecho para que me pegues tres veces?" (Números 22, 28)

  • Balaam le respondió a su burra: ¿Y hasta te burlas de mí? Ojalá hubiera tenido una espada a mano porque te habría dado muerte inmediatamente. (Números 22, 29)

  • La burra le dijo a Balaam: "¿No soy acaso tu burra en la que montas desde que viniste al mundo hasta el día de hoy? ¿Tengo costumbre de actuar contigo de esta manera?" "Evidentemente que no", respondió él. (Números 22, 30)

  • Entonces Yavé abrió los ojos de Balaam: vio al ángel de Yavé de pie en medio del camino, con su espada desenvainada en la mano. Se arrodilló y se postró con su nariz en tierra. (Números 22, 31)

  • Balaam le dijo al ángel de Yavé: "A lo mejor pequé, pero no sabía que tú estabas impidiéndome el paso. Si esto no te gusta, me vuelvo a mi casa". (Números 22, 34)

  • El ángel de Yavé le dijo entonces a Balaam: "Anda con esos señores, pero sólo dirás las palabras que yo te trasmita". Balaam siguió pues su camino junto con los jefes enviados por Balac. (Números 22, 35)

  • Cuando Balac supo que venía Balaam, salió a su encuentro en Ar-Moab, en la frontera del Arnón en los límites de su territorio. (Números 22, 36)

  • Balac dijo a Balaam: "¿No te había mandado gente para invitarte? ¿Por qué no viniste? ¿Pensabas acaso que no te iba a pagar como es debido? (Números 22, 37)


“Seja perseverante nas orações e nas santas leituras.” São Padre Pio de Pietrelcina