Fundar 122 Resultados para: Descendientes

  • Estos son los nombres de los descendientes de Israel que entraron en Egipto: Jacob y sus hijos. Rubén, el primogénito de Jacob, (Génesis 46, 8)

  • El total de personas que entraron con Jacob en Egipto, todos descendientes suyos, era de sesenta y seis personas, sin contar las mujeres de sus hijos. (Génesis 46, 26)

  • "Mira, yo haré que seas fecundo y que te multipliques. Haré de ti una asamblea de naciones y te daré a ti y a tus descendientes después de ti este país, como una propiedad eterna." (Génesis 48, 4)

  • Israel dijo a José: « Nunca pensé que volvería a verte, y ahora Dios me concede ver incluso a tus descendientes.» (Génesis 48, 11)

  • El número de estos descendientes de Jacob era de setenta personas. Además José, que estaba ya en Egipto. (Exodo 1, 5)

  • Estos son los jefes de las tribus: Hijos de Rubén, primogénito de Israel: Janoc y Falu, Jesrón y Carmi. Estas son las familias descendientes de Rubén. (Exodo 6, 14)

  • Hijos de Guersón: Lobni y Semeí con sus descendientes. (Exodo 6, 17)

  • Hijos de Merari: Majli y Musi. Estos son los descendientes de Leví según sus familias. (Exodo 6, 19)

  • Ustedes harán recuerdo de este día año tras año, y lo celebrarán con una fiesta en honor a Yavé. Este rito es para siempre: los descendientes de ustedes no dejarán de celebrar este día. (Exodo 12, 14)

  • Moisés dijo: «Yavé ha dado esta orden: Guarden una medida de maná para sus descendientes, para que vean el alimento que les di de comer en el desierto cuando los hice salir de Egipto.» (Exodo 16, 32)

  • Moisés dijo a Aarón: «Toma un tiesto y échale una medida de maná; la depositarás ante la presencia de Yavé y la conservarás para los descendientes de ustedes.» (Exodo 16, 33)

  • Todo varón de la descendencia de Aarón podrá comerla. Está será para sus descendientes una ley perpetua: todo lo que toque esas cosas sacrificadas por el fuego para Yavécosas pasará a ser santo también.» (Levítico 6, 11)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina