Fundar 92 Resultados para: Empezó

  • Inmediatamente tomaron fuerza sus tobillos y sus pies, y de un salto se puso en pie y empezó a caminar. Luego entró caminando con ellos en el recinto del Templo, saltando y alabando a Dios. (Hecho de los Apóstoles 3, 8)

  • y empezó a hablar así al Consejo: «Colegas israelitas, no actúen a la ligera con estos hombres. (Hecho de los Apóstoles 5, 35)

  • Felipe empezó entonces a hablar y a anunciarle a Jesús, partiendo de este texto de la Escritura. (Hecho de los Apóstoles 8, 35)

  • Al instante se le cayeron de los ojos una especie de escamas y empezó a ver. Se levantó y fue bautizado. (Hecho de los Apóstoles 9, 18)

  • Saulo empezó a convivir con ellos. Se movía muy libremente por Jerusalén y predicaba abiertamente el Nombre del Señor. (Hecho de los Apóstoles 9, 28)

  • Entonces cada uno de los discípulos empezó a ahorrar según sus posibilidades, destinando esta ayuda a los hermanos de Judea. (Hecho de los Apóstoles 11, 29)

  • Entonces el pueblo lo empezó a aclamar: «¡Esta es la voz de Dios, no de un hombre!» (Hecho de los Apóstoles 12, 22)

  • Pero de repente lo hirió el ángel del Señor por no haber devuelto a Dios el honor, y empezó a llenarse de gusanos que lo comían, hasta que murió. (Hecho de los Apóstoles 12, 23)

  • Con esto la Palabra de Dios empezó a difundirse por toda la región. (Hecho de los Apóstoles 13, 49)

  • Le dijo entonces en voz alta: «Levántate y ponte derecho sobre tus pies.» El hombre se incorporó y empezó a caminar. (Hecho de los Apóstoles 14, 10)

  • Empezó a seguirnos y a Pablo gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y les anuncian el camino de la salvación.» (Hecho de los Apóstoles 16, 17)

  • Empezó a tener contactos en la sinagoga con judíos y con griegos que temían a Dios, hablando también con los que diariamente se encontraban en las plazas de la ciudad. (Hecho de los Apóstoles 17, 17)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina