Fundar 31 Resultados para: Engañar

  • Aquellos que queden de Israel no cometerán injusticias; no hablarán para engañar, ni se hallará falsedad en su boca. Entonces serán como el rebaño que pasta y que descansa, y no habrá quién los perturbe. (Sofonías 3, 13)

  • ¿Puede acaso un hombre engañar a Dios? Pero ustedes me están engañando. Ustedes dirán: «¿En qué cosa te hemos engañado?» Pues, con los diezmos y tributos sagrados. (Malaquías 3, 8)

  • Jesús les contestó: «No se dejen engañar (Evangelio según San Mateo 24, 4)

  • Porque se presentarán falsos mesías y falsos profetas, que harán cosas maravillosas y prodigios capaces de engañar, si fuera posible, aun a los elegidos de Dios. (Evangelio según San Mateo 24, 24)

  • Y Jesús empezó a decirles: «Estén sobre aviso y no se dejen engañar. (Evangelio según San Marcos 13, 5)

  • Aparecerán falsos mesías y falsos profetas, que harán señales y prodigios capaces de engañar incluso a los elegidos, si esto fuera posible. (Evangelio según San Marcos 13, 22)

  • Jesús contestó: «Estén sobre aviso y no se dejen engañar; porque muchos usurparán mi nombre y dirán: Yo soy el Mesías, el tiempo está cerca. No los sigan. (Evangelio según San Lucas 21, 8)

  • Cuando Jesús vio venir a Natanael, dijo de él: «Ahí viene un verdadero israelita: éste no sabría engañar.» (Evangelio según San Juan 1, 47)

  • Los fariseos les dijeron: «¿También ustedes se han dejado engañar? (Evangelio según San Juan 7, 47)

  • Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué has dejado que Satanás se apoderara de tu corazón? Te has guardado una parte del dinero; ¿por qué intentas engañar al Espíritu Santo? (Hecho de los Apóstoles 5, 3)

  • y le dijo: «Tú, hijo del diablo, enemigo de todo bien, eres un sinvergüenza y no haces más que engañar. ¿Cuándo terminarás de torcer los rectos caminos del Señor? (Hecho de los Apóstoles 13, 10)

  • Dices que no se debe engañar a la propia esposa, ¡y tú lo haces! Afirmas que aborreces a los ídolos, pero ¡robas en sus templos! (Carta a los Romanos 2, 22)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina