Fundar 1403 Resultados para: Hombre
Le dijo entonces en voz alta: «Levántate y ponte derecho sobre tus pies.» El hombre se incorporó y empezó a caminar. (Hecho de los Apóstoles 14, 10)
El hombre pidió una luz, entró de un salto y, después de encerrar bien a los demás presos, se arrojó temblando a los pies de Pablo y Silas. (Hecho de los Apóstoles 16, 29)
Tiene ya fijado un día en que juzgará a todo el mundo con justicia, valiéndose de un hombre que ha designado, y al que todos pueden creer, pues él lo ha resucitado de entre los muertos.» (Hecho de los Apóstoles 17, 31)
«Este hombre incita a la gente a que adoren a Dios de una manera que prohibe nuestra Ley.» (Hecho de los Apóstoles 18, 13)
Y el hombre que tenía el espíritu malo se lanzó sobre ellos, los sujetó a ambos y los maltrató de tal manera que huyeron de la casa desnudos y malheridos. (Hecho de los Apóstoles 19, 16)
y gritaron: «¡Israelitas, ayúdennos! Este es el hombre que por todas partes predica a todos en contra de nuestro pueblo, de la Ley y de este Lugar Santo. Y ahora incluso ha introducido a unos griegos dentro del Templo, profanando este Lugar Santo.» (Hecho de los Apóstoles 21, 28)
Allí vino a verme un tal Ananías, un hombre muy observante de la Ley y muy estimado por todos los judíos que vivían en Damasco. (Hecho de los Apóstoles 22, 12)
Hasta este punto la gente estuvo escuchando a Pablo, pero al oír estas últimas palabras, se pusieron a gritar: «¡Mata a ese hombre! ¡No tiene derecho a vivir!» (Hecho de los Apóstoles 22, 22)
Al oír esto, el oficial fue donde el comandante y le dijo: «¡Qué ibas a hacer! Ese hombre es un ciudadano romano.» (Hecho de los Apóstoles 22, 26)
Se armó, pues, un enorme griterío. Algunos maestros de la Ley que eran del partido de los fariseos se pusieron en pie, afirmando: «Nosotros no hallamos nada malo en este hombre. Tal vez le haya hablado un espíritu o un ángel.» (Hecho de los Apóstoles 23, 9)
Los judíos habían detenido a este hombre y estaban a punto de matarlo, cuando me enteré de que era un ciudadano romano e intervine con la tropa para arrancarlo de sus manos. (Hecho de los Apóstoles 23, 27)
Después me enteré de que los judíos preparaban una emboscada contra este hombre, por lo que decidí enviártelo, y dije a sus acusadores que presentaran sus quejas ante ti. Adiós.» (Hecho de los Apóstoles 23, 30)