Fundar 105 Resultados para: Impuro

  • ¿Quién podrá sacar lo puro de lo impuro? ¡Nadie! (Job 14, 4)

  • ¿Puede uno purificarse con algo impuro? ¿Y encontrar la verdad en lo que es mentira? (Sirácides (Eclesiástico) 34, 4)

  • Por allí pasará una buena carretera, que se llamará el camino santo; por él no transitará ningún impuro, y el sinvergüenza no se atreverá a pisarlo; (Isaías 35, 8)

  • ¡Despierta, despierta, levántate, Sión! Vístete de fiesta, Jerusalén, Ciudad Santa. Ya no volverá a entrar en ti ni el incircunciso ni el impuro. (Isaías 52, 1)

  • Les gritaban: ¡Apártense, un impuro! ¡Apártense, no lo toquen! Y cuando huían y vagaban, se decía entre las naciones: ¡Aquí no seguirán como huéspedes! (Lamentaciones 4, 15)

  • Porque de la misma manera, me dijo, los hijos de Israel comerán un pan impuro en medio de las naciones donde los dispersaré". (Ezequiel 4, 13)

  • "Hijo de hombre, la gente de Israel se ha convertido para mí en un metal impuro. Son como el cobre, el estaño, el hierro o el plomo, a los que hay que pasar por el fuego porque son metales impuros. (Ezequiel 22, 18)

  • Por eso, esto dice Yavé: Los reuniré en Jerusalén como se hace con el metal impuro. (Ezequiel 22, 19)

  • Tus sacerdotes han menospreciado mi ley y profanado lo que me está consagrado, no han distinguido entre lo que es santo y lo que es profano. No han mostrado la diferencia entre lo impuro y lo puro; han ignorado mis sábados y entre ellos me he sentido deshonrado. (Ezequiel 22, 26)

  • Le enseñarán a mi pueblo la diferencia entre lo sagrado y lo profano, entre lo puro y lo impuro. (Ezequiel 44, 23)

  • Ageo prosiguió: «Si uno, en cambio, queda impuro por haber tocado un cadáver y roza luego algunas de estas cosas, ¿quedarán todas impuras?» Los sacerdotes dijeron esta vez: «Sí.» (Ageo 2, 13)

  • Entonces les dijo Ageo: «Así les sucedía a este pueblo, y así es esta nación delante de mí -palabra de Yavé. Todas sus acciones son impuras y entonces todo lo que aquí ofrecen es impuro. (Ageo 2, 14)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina