Fundar 165 Resultados para: Morada

  • Las familias quehatitas acampaban al lado meridional de la Morada. (Números 3, 29)

  • A los hijos de Merarí les estaba encomendado el cuidado de los tablones de la Morada, (Números 3, 36)

  • Al este, frente a la Morada, delante de la Tienda de las Citas hacia oriente, acampaban Moisés y Aarón con sus hijos, que estaban en cargados del Santuario en nombre de los hijos de Israel. Cualquier laico que se acercara, sería muerto. (Números 3, 38)

  • Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará al cuidado del aceite del alumbrado, del incienso aromático, de los panes de ofrenda perpetua y del óleo de unción; cuidará de toda la Morada y de cuanto hay en ella, sean cosas sagradas o sus utensilios.» (Números 4, 16)

  • llevarán las cortinas de la Morada y de la Tienda de las Citas, el toldo y la capa de cuero fino que la cubre por encima y la cortina de la entrada de la Tienda de las Citas, (Números 4, 25)

  • los cortinajes del atrio y la cortina de la entrada de la puerta anterior al atrio que rodea la Morada y el altar. También las cuerdas y todos los utensilios que usan en su servicio. Todo lo que se necesita para su trabajo. (Números 4, 26)

  • Esto es lo que han de transportar y éste es el servicio que ellos prestarán en la Tienda de las Citas: los tablones de la Morada, sus travesaños, columnas y basas; (Números 4, 31)

  • tomará luego agua santa en un vaso de barro y, recogiendo polvo del suelo de la Morada, lo esparcirá en el agua. (Números 5, 17)

  • El día en que Moisés terminó la Morada, la ungió y la santificó con todo su mobiliario. Después de la consagración del altar y de todos sus utensilios, (Números 7, 1)

  • Ofrecieron a Yavé seis carretas cubiertas y doce bueyes: una carreta por cada dos jefes y un buey por cada uno, y los presentaron delante de la Morada. (Números 7, 3)

  • El día que se erigió la Morada, o sea, la Tienda de las Declaraciones divinas, la nube la cubrió. (Números 9, 15)

  • Y desde la tarde hasta la mañana, se vio sobre la Morada algo como un resplandor de fuego.Y fue siempre así: de día la cubría la nube y, de noche, como un resplandor de fuego. (Números 9, 16)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina