Fundar 53 Resultados para: Recibió

  • Finjas, nuestro padre, por su gran celo, recibió el sacerdocio para él y sus hijos para siempre. (1 Macabeos 2, 54)

  • Cuando recibió estas noticias, quedó aterrado, y se conmovió profundamente. Enfermó y quedó muy deprimido porque las cosas no le habían salido como él esperaba. (1 Macabeos 6, 8)

  • Fue así como Jonatán recibió el mando y sucedió a su hermano Judas. (1 Macabeos 9, 31)

  • Ya hace tiempo, nuestro sumo sacerdote Onías recibió de Ario, rey de ustedes, cartas en que decía que son hermanos nuestros, como lo certifica la adjunta copia. (1 Macabeos 12, 7)

  • Onías acogió con gran honor al mensajero, y recibió letras en que claramente se hablaba de alianza y amistad. (1 Macabeos 12, 8)

  • Lo recibió con honores, lo presentó a todos sus amigos, haciéndole regalos y además ordenando a sus amigos y a sus tropas que le obedecieran como si fuera él mismo. (1 Macabeos 12, 43)

  • El hijo de Abubos los recibió traidoramente en una pequeña fortaleza llamada Doc, que él había construido. Les dio un gran banquete, pero puso hombres al acecho. (1 Macabeos 16, 15)

  • El, que había privado de sepultura a tantos, murió sin que nadie llorase por él; no recibió honras fúnebres ni tuvo un lugar en el sepulcro de sus padres. (2 Macabeos 5, 10)

  • Alguien recibió de Dios fortuna, riqueza y honores: nada faltó de todo lo que pudo desear. Pero Dios no le concede disfrutar de ello, y es otro el que lo aprovecha. Esta es otra cosa muy mala y que no se puede justificar. (Eclesiastés (Qohelet) 6, 2)

  • Y véanlo ahora entre los hijos de Dios: ¿cómo fue que recibió su lugar entre los santos? (Sabiduría 5, 5)

  • Las artimañas de la magia no sirvieron para nada, y su pretendida sabiduría recibió un tajante desmentido, (Sabiduría 17, 7)

  • Uno es humillado porque recibió honores, otro levanta la cabeza después de haber sido humillado. (Sirácides (Eclesiástico) 20, 11)


“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina