Fundar 33 Resultados para: Urías

  • ¿No fue una mujer la que mató a Abimelec, hijo de Jerubaal, lanzán dole una piedra de molino desde lo alto de la muralla, en Tebés? ¿Por qué se han acercado a la muralla?» Entonces tú dirás: También murió tu servidor Urías, el heteo.» (2 Samuel 11, 21)

  • Fue entonces cuando sus arqueros nos dispararon desde lo alto de la muralla; algunos de los guardias del rey murieron y entre ellos, Urías, el heteo.» (2 Samuel 11, 24)

  • Cuando la esposa de Urías supo que su marido había muerto, hizo duelo por él. Terminado éste, David mandó a buscarla, la llevó a su casa y la tomó por esposa. Ella, luego, dio a luz un hijo. Pero la acción que cometió David desagradó a Yavé. (2 Samuel 11, 26)

  • ¿Por qué entonces me has despreciado, haciendo lo que no me gusta? Tú no sólo fuiste el causante de la muerte de Urías, el heteo, sino que, además, le quitaste su esposa. Sí, tú lo has asesinado por la espada de los amonitas. (2 Samuel 12, 9)

  • Pues bien, ya que me has despreciado y te has apoderado de la esposa de Urías, jamás se apartará la espada de tu casa. (2 Samuel 12, 10)

  • Yavé hizo que enfermara grave mente el niño que la mujer de Urías ha bía dado a luz, y estuvo muy mal. (2 Samuel 12, 15)

  • Urías el heteo. En total, treinta y siete. (2 Samuel 23, 39)

  • Es que David había seguido los rectos caminos de Yavé y no se había apartado en ningún momento de todo lo que Yavé le ordenó, excepto en el asunto de Urías, el heteo. Lo demás referente a Abías y todo lo que hizo está escrito en el libro de los Hechos de los reyes de Judá. (1 Reyes 15, 5)

  • Entonces el rey Ajaz fue a Damasco para entrevistarse con Teglatfalasar, rey de Asur, y, viendo el altar que había en Damasco, envió al sacerdote Urías las medidas de este altar junto con un dibujo que lo representaba exactamente en todos sus detalles. (2 Reyes 16, 10)

  • El sacerdote Urías construyó un altar conforme al dibujo que el rey le había mandado de Damasco y lo terminó antes que éste regresara de allá. (2 Reyes 16, 11)

  • El rey Ajaz ordenó al sacerdote Urías: «Sobre este altar grande quemarás el holocausto de la mañana y el sacrificio de la tarde, el holocausto del rey y su sacrificio, los holocaustos de la gente del pueblo, sus sacrificios y libaciones. Derramarás sobre él toda la sangre de los holocaustos y la de los sacrificios. En cuanto al altar de bronce, yo me ocuparé de él.» (2 Reyes 16, 15)

  • El sacerdote Urías hizo tal como el rey le había ordenado. (2 Reyes 16, 16)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina