Fundar 100 Resultados para: caballo blanco

  • Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron. (Evangelio según San Marcos 16, 5)

  • y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los pies. (Evangelio según San Juan 20, 12)

  • Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco (Hecho de los Apóstoles 1, 10)

  • Poniendo un freno en la boca del caballo podemos dominarlo, y sometemos así todo su cuerpo. (Carta de Santiago 3, 3)

  • Tengo, sin embargo, los nombres de unos pocos de Sardes que no mancharon sus ropas; ésos me acompañarán vestidos de blanco, porque se lo merecen. (Apocalipsis 3, 4)

  • El vencedor vestirá de blanco. Nunca borraré su nombre del libro de la vida, sino que proclamaré su nombre delante de mi Padre y de sus ángeles. (Apocalipsis 3, 5)

  • Apareció un caballo blanco, el que lo montaba tenía un arco. Le dieron una corona, y partió como vencedor y para vencer. (Apocalipsis 6, 2)

  • Salió entonces otro caballo de color rojo fuego. Al que lo montaba se le ordenó que desterrara la paz de la tierra, y se le dio una gran espada para que los hombres se mataran unos a otros. (Apocalipsis 6, 4)

  • Cuando abrió el tercer sello, oí gritar al tercer Ser Viviente: «Ven.» Esta vez el caballo era negro y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. (Apocalipsis 6, 5)

  • Se presentó un caballo verdoso. Al que lo montaba lo llamaban Muerte, y detrás de él iba otro: el Mundo del Abismo. Se le dio poder para exterminar a la cuarta parte de los habitantes de la tierra por medio de la espada, el hambre, la peste y las fieras. (Apocalipsis 6, 8)

  • Entonces se les dio a cada uno un vestido blanco y se les dijo que esperaran todavía un poco, hasta que se completara el número de sus hermanos y compañeros de servicio, que iban a ser muertos como ellos. (Apocalipsis 6, 11)

  • El número de los soldados de a caballo era de doscientos millones; es el número que oí. (Apocalipsis 9, 16)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina