Fundar 39 Resultados para: cebada

  • Ella, entonces, le contó todo lo que el hombre había hecho por ella y cómo le había dado toda aquella cebada para que no volviera a su casa con las manos vacías. (Rut 3, 17)

  • Entonces Absalón dijo a sus servidores: «Ustedes conocen el campo de Joab sembrado de cebada, que está junto al mío. Pues bien, vayan allá y préndanle fuego.» Los servidores de Joab, por su parte, vinieron con sus ropas desgarradas a decirle a su amo que los trabajadores de Absalón habían incendiado su campo. (2 Samuel 14, 30)

  • trajeron colchones, mantas y vasijas, así como trigo, cebada, harina, granos tostados, habas, lentejas, (2 Samuel 17, 28)

  • los entregó en manos de los gabaonitas, que los ahorcaron en el cerro, delante de Yavé. Los siete murieron juntos. Eran los primeros días de la cosecha, cuando comienza la siega de la cebada. (2 Samuel 21, 9)

  • Llevaban la cebada y la paja para los caballos y mulos, al lugar donde el rey estaba, cada uno según su turno. (1 Reyes 4, 28)

  • Llegó de Baalsalisa uno que traía al hombre de Dios pan y trigo. Eran los primeros veinte panes hechos con cebada de la última cosecha. Eliseo le dijo: «Da los panes a estas personas para que coman.» (2 Reyes 4, 42)

  • Eliseo contestó: «Escuchen esta palabra de Yavé: Mañana a esta hora, en la entrada de Samaria, la medida de flor de harina se comprará por una moneda de plata, y la doble medida de cebada por una moneda de plata también.» (2 Reyes 7, 1)

  • Entonces salió el pueblo y saquearon el campamento de los arameos. La medida de harina se vendió en una moneda de plata, y la doble medida de cebada también se vendió por una moneda, como lo había dicho Eliseo. (2 Reyes 7, 16)

  • Pues cuando éste había dicho al rey: «Mañana, a estas horas, a la entrada de Samaria, dos medidas de cebada se venderán por un siclo, por un siclo también una medida de flor de harina», (2 Reyes 7, 18)

  • Este estaba con David en Pas Dammim, donde los filisteos se habían concentrado para la batalla. Había allí una parcela toda de cebada, y el pueblo estaba huyendo de los filisteos. (1 Crónicas 11, 13)

  • Yo daré a tus siervos que se ocupen de cortar y derribar los árboles veinte mil cargas de trigo y otras tantas de cebada, veinte mil medidas de vino y veinte mil medidas de aceite: todo esto para su mantenimiento.» (2 Crónicas 2, 9)

  • Manda tú, pues, mi señor, a tus siervos el trigo y la cebada, el aceite y el vino que has ofrecido. (2 Crónicas 2, 14)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina